Cómo evitar el pánico en los aviones
Tener un ataque de pánico en un avión puede ser muy aterrador. Incluso si no tienes necesariamente miedo a volar, puede haber factores que contribuyan al pánico en los aviones. Por ejemplo, una condición de salud mental diferente. Muchas personas experimentan estos ataques mientras viajan y pueden ser lo suficientemente desafiantes como para manejarlos en tierra, pero pueden parecer aún más difíciles cuando estás en un vuelo.
No permitas que los ataques de pánico pongan fin a sus planes de viaje. Aquí hay algunos consejos para manejar los ataques de pánico y que puedas disfrutar plenamente de tu próximo vuelo.
Consejos para evitar el pánico en los aviones
En general, se recomienda buscar ayuda médica cuando se trata de ataques de pánico, y eso incluye al pánico en los aviones. Investigaciones han demostrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es un buen tratamiento para esta condición. También se ha demostrado que tomar una benzodiacepina antes de volar reducirá su ansiedad, pero que esto solo funciona por cortos períodos de tiempo.
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Si te encuentras en un avión y en la primera vez que presentas un ataque de pánico, no te preocupes, a continuación te daremos algunos consejos para tomar el control.
Disminuye la velocidad de tu respiración.
Si reduces la velocidad de tu respiración en medio de un ataque de pánico, tu sensación de pánico se disolverá. Esto definitivamente funcionará. Solo se trata de hacer un esfuerzo consciente para controlar el ritmo de respiración. Normalmente, el centro respiratorio en su tronco cerebral controla su ritmo de respiración. Pero es posible interceder y tomar el control consciente de la frecuencia respiratoria. Esto te hará sentir mucho mejor.
Intenta controlar la sensación de miedo y no temerle al miedo mismo.
Concentra tu mente en el sentimiento de miedo y pánico, y trata de aceptar los sentimientos. Si realmente los aceptas, se disiparán y disolverán. Si tu sensación de miedo y pánico aumenta cuando tratas de aceptarlos, deja de concentrarte en ellos por un momento; y luego lentamente intenta nuevamente aceptar tu pánico.
Busca apoyo en el avión
Informa a tus compañeros de viaje que se siente nervioso por volar. A veces, solo hablar de tus miedos puede calmar tus nervios y hacerte sentir menos preocupado por cómo reaccionarán los demás si tienes un ataque de pánico. Puedes explicarle a tu compañero de asiento que estás teniendo un ataque de pánico. De esta manera sabrás que nadie te juzgará ni pensará que estás haciendo algo inapropiado.
Buscar una forma de entretenimiento que te permita distraerte
Trata de mantener su mente lo más activa posible. Puede ser difícil hacer esto cuando ya se ha entrado en pánico o se tiene ansiedad, pero sin duda te ayudará a disminuir la gravedad del ataque. Hay muchas cosas que puede hacer para mantener su mente alejada de su miedo a volar. Para su próximo vuelo, prepárese teniendo una lista de cosas en las que pueda reenfocar sus pensamientos. Para sentirse menos ansioso, puede traer libros y revistas, crucigramas u otros tipos de juegos que lo mantendrán ocupado, o sus refrigerios favoritos para disfrutar durante el vuelo.
Muchos viajeros nerviosos encuentran que los ruidos fuertes del avión a menudo provocan pensamientos ansiosos. Puede resultar bastante útil en estos casos llevar tapones para los oídos para reducir estos sonidos. También puedes llevar auriculares y escuchar tu música favorita o una guía de relajación para sentirte más tranquilo.
Evita el café y el alcohol
Las bebidas con cafeína y el alcohol pueden aumentar su ritmo cardíaco, así que es importante evitarlos antes y durante un vuelo. Una persona que sufre un trastorno de pánico puede malinterpretar el aumento de la frecuencia cardíaca y creer que está sufriendo un ataque de pánico. Beber mucho también significa que deberás utilizar el baño con mayor frecuencia, lo que no ayudará a relajarse durante el vuelo.
¿En que consiste el pánico en aviones?
Se conoce como ataques de pánico a explosiones cortas de miedo extremo que en la mayor parte de los casos llevan a un aumento del ritmo cardíaco, dolor en el pecho y falta de aliento. El cuerpo está en una sobrecarga inmediata de lucha o huida. Otros síntomas pueden ser transpiración, temblor, la tendencia a creer que uno se volverá loco o morirá, palpitaciones, respiración superficial y demás.
Los episodios generalmente duran menos de 30 minutos y pueden ocurrir una o varias veces, a veces sin razón. Los ataques de pánico pueden sentirse tan graves que muchas personas los confunden con un ataque cardíaco y se dirigen a una sala de emergencias. En otros casos, el pánico suele confundirse con ansiedad.
El miedo es, por supuesto, la razón más clara para el aumento de los ataques de pánico. Todo lo relacionado con viajar en avión puede causar más ansiedad, incluso si no necesariamente tiene un miedo específico a volar. Desde llegar apurado al aeropuerto, al estacionamiento, realizar el check-in, pasar por los controles de seguridad, a conseguir un asiento y finalmente el despegue. Hay tantos problemas diferentes al tomar un vuelo que crean ansiedad. Desafortunadamente, mientras más ansiedad tenga alguien propenso a sufrir ataques de pánico, es más probable que suceda.
Motivos que llevan al pánico al viajar
Sentir cierta ansiedad cuando vamos a tomar un avión es normal siempre y cuando esto no nos provoque malestares excesivos como palpitaciones, sudoración, mareos, taquicardias, pensamientos intrusivos y angustiantes, y síntomas asociados a los ataques de pánico.
Las causas que pueden llevar a una persona a sentir ansiedad o alteración son: “Pensamientos relacionados con incidentes aéreos, ansiedad generalizada, un estrés ajeno a la situación en sí, angustias propias de los retrasos, trasbordos, horarios; el cansancio, el jet lag, los problemas laborales y los condicionantes situacionales o de la personalidad del propio individuo”. Según la capacidad que la persona tenga de controlar estas emociones podrá normalizar la situación o por el contrario llevar a que esta se complique aún más, terminando en un ataque de pánico.
Detectar un ataque de pánico en el avión es sencillo, el nerviosismo es el desencadenante que nunca falta. Añadido a ello, la tensión, sudoración, sensación de inestabilidad, cansancio, taquicardia, respiración anormal y demás.
Diferencia entre ansiedad y pánico en aviones
No es lo mismo un ataque de ansiedad que un ataque de pánico. Los ataques de ansiedad generalmente suelen ser cortos y sus síntomas son menos fuertes, como que se te acelere el corazón o que empieces a respirar más deprisa.
Normalmente pasan deprisa y el malestar es provocado por un factor externo. Sin embargo, en un ataque de pánico normalmente no hay una causa concreta y es mucho menos predecible. Se originan por un problema de salud mental y no son una respuesta “normal” al estrés. Puedes sentir dolor en el pecho, o una sensación de nausea o mareo, pero físicamente estar perfectamente bien.
Si alguna vez has tenido un ataque así mientras volabas, viajabas o estabas lejos de casa, es probable que cada vez que viajas sientas miedo a que te suceda lo mismo. La buena noticia es que, en ambos casos, los síntomas se pueden tratar y las reacciones se pueden controlar.
Tan solo debes pensar que viajar es una experiencia única en la que debes divertirte y pasarla bien, olvidando los problemas.